Lavavajillas en alto: ventajas y desventajas
Lavavajillas en alto: ventajas, desventajas y la forma correcta de instalarlo
¿No sabes si poner el lavavajillas en alto? Aquí te contamos las mejores ideas para decidirte
Últimamente, en Gelse Cocinas vemos que mucha gente está poniendo el lavavajillas más alto de lo normal, sobre todo en cocinas nuevas o cuando reforman. La verdad es que tiene su punto, pero antes de decidirte, hay que pensar si te viene bien. ¿Es cómodo? ¿Es práctico? ¿No te vas a hacer daño? Aquí te contamos lo que tienes que saber: qué ventajas tiene, qué problemas te puedes encontrar, cuánto tiene que medir para que sea cómodo y qué cosas debes tener en cuenta al instalarlo. Así podrás decidir si es lo mejor para tu cocina.
¿Por qué poner el lavavajillas en alto?
La principal razón es que es más cómodo. No tienes que agacharte tanto, y eso se nota.
- Más cómodo para tu espalda: Al estar más alto, no tienes que doblar tanto la espalda para meter y sacar los platos. Esto es genial si te duele la espalda o si tienes problemas de movilidad. Además, es más rápido y fácil usarlo a diario.
- Ves mejor lo que haces: Al tenerlo a la altura de las manos, ves mejor los platos y no tienes que andar buscando a tientas. Así es más fácil colocarlo todo bien y evitas que se rompan cosas.
- Aprovechas el espacio de abajo: Debajo del lavavajillas puedes poner un cajón para guardar cosas, un sitio para las bandejas o incluso un pequeño armario para los productos de limpieza. Así aprovechas mejor el espacio en la cocina. Pero no todo es color de rosa
Contras de poner el lavavajillas en alto:
- Necesitas un mueble especial: No todos los muebles de cocina valen para poner un lavavajillas alto. A veces tienes que encargar un mueble a medida, y eso cuesta más dinero. También hay que asegurarse de que la estructura es fuerte y aguanta el peso.
- Puede quedar demasiado alto: Si lo pones muy arriba, puede que no llegues bien a las cosas de la parte de arriba del lavavajillas. Esto es un problema si eres bajito o si tienes que lavar vasos delicados.
- Es más complicado de instalar: El lavavajillas necesita un desagüe, una toma de agua y un enchufe. Si lo elevas, puede que tengas que cambiar las tuberías y los cables, y eso complica la instalación.
- No es para cocinas pequeñas: Si tu cocina es pequeña, poner el lavavajillas en alto puede quitarte espacio y hacer que sea más difícil moverte.
¿Cuánto tiene que medir para que sea cómodo ponerlo en alto?
Si te decides a poner el lavavajillas en alto, estas son las medidas que debes tener en cuenta:
– Altura: La bandeja de abajo del lavavajillas debe quedar entre 40 y 60 cm del suelo. La parte de arriba no debe superar los 120–130 cm. Así te aseguras de que es cómodo y puedes llegar a todo.
– Ancho y fondo: El ancho normal es de 60 cm (aunque hay algunos modelos más pequeños de 45 cm). El fondo suele ser de 55–60 cm. El mueble donde va el lavavajillas debe tener agujeros para que el aire circule y debe ser lo bastante fuerte para aguantar el peso.
Otras cosas a tener en cuenta:
- El desagüe tiene que estar más bajo que el lavavajillas, aunque esté elevado.
- Es buena idea poner una bandeja debajo del lavavajillas para que no se moje el mueble si hay una fuga.
- Deja espacio detrás del lavavajillas para que los tubos y cables no estén apretados.
¿Cuándo sí te recomendamos poner el lavavajillas arriba?
- Si tienes espacio vertical de sobra en la cocina.
- Si quieres que sea lo más cómodo posible.
- Si estás diseñando la cocina desde cero.
- Si tienes problemas de espalda o te cuesta moverte.
¿Cuándo no recomendamos poner el lavavajillas arriba?
- Si tu cocina es muy pequeña.
- Si eres bajito.
- Si no puedes cambiar las tuberías y los cables.
- Si no usas mucho el lavavajillas.
Si no puedes ponerlo en alto, ¿qué puedes hacer?
- Poner un lavavajillas pequeño encima de la encimera.
- Comprar un lavavajillas que se abra de forma diferente, para que sea más fácil meter y sacar los platos.
- Usar un lavavajillas de cajones, que son más accesibles.
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En resumen
Instalar el lavavajillas en alto puede ser una solución muy cómoda y práctica, pero no es una decisión que convenga tomar sin analizar bien tu cocina. Elevar el electrodoméstico mejora muchísimo la ergonomía: no tienes que agacharte, ves mejor el interior y puedes cargar y descargar la vajilla con más facilidad. Además, te permite aprovechar el espacio inferior con cajones o almacenamiento extra, algo especialmente útil en cocinas donde cada centímetro cuenta.
Sin embargo, montar un lavavajillas en alto también tiene sus retos. Requiere un mueble específico, una estructura sólida y, en muchos casos, modificar la instalación de agua, desagüe y enchufes. Si el aparato queda demasiado alto, puede volverse incómodo y poco accesible. Y si la cocina es pequeña, elevar el lavavajillas puede generar sensación de saturación o dificultar el movimiento.
Por eso, antes de elegir esta solución, es importante medir bien: la bandeja inferior debería quedar entre 40 y 60 cm del suelo, y la superior no debería superar los 120–130 cm para garantizar un uso cómodo. También conviene comprobar si la distribución permite llevar tuberías y cables hasta esa altura sin problemas.
El lavavajillas en alto es especialmente recomendable si estás reformando la cocina desde cero, tienes buena altura disponible, valoras mucho la comodidad o tienes dolores de espalda o movilidad reducida. En cambio, no es la mejor opción si tu cocina es muy pequeña, si no puedes modificar las instalaciones o si no alcanzas bien los niveles superiores del aparato.
Si finalmente no puedes instalar un lavavajillas elevado, todavía tienes alternativas: modelos compactos sobre encimera, lavavajillas de cajón o aparatos con sistemas de apertura más cómodos.
En definitiva, el lavavajillas en alto puede mejorar la experiencia diaria y hacer tu cocina más funcional, siempre que la planificación sea la adecuada y el espacio lo permita.
¿Quieres llevar tu cocina al siguiente nivel?